Imagogima

Un lugar donde posar tus ojos y tus dedos, dejando lo que traigan consigo, y llevándose el resto.

18 julio 2010

NOTHING PERSONAL

Que placer conducir tranquilamente, con la última luz de la tarde, con ese cielo de acuaruela... sintiendo el viento tibio en los brazos. El constante avance hipnótico, el cambio rutilante que nos conduce a ningún lugar.

En esos momentos hay muchas cosas que se reordenan en la cabeza.

Entre otras cosas... las imágenes de la última película que he visto en la sagrada pantalla.
Nothing Personal es una película para llenarla, pero en absoluto está vacía, todo lo contrario. Es una película sobre el vacío, sobre el vacío de la vida, sobre vidas que se han visto desprovistas de ellas... ¿cómo seguir entonces con la vida? Su misma división da cuenta de esos huecos/moldes que hay que llenar, siempre rompiendo, ajustando, adaptandolo a cada pequeño caso. Nothing Personal no puede avanzar, su avance es hacia atrás, como siempre... ir es volver, marcharse es regresar. Los cuerpos son escusas donde poner nuestra mirada, eso es lo mejor de ella. Los objetos, la luz, el tiempo, la tierra... todo son especie de bodegones donde sucede el lento transcurrir de la vida vaciada, sin rumbo, perdida en círculos, en huidas que van al mismo sitio, pues nunca nos movemos de nosotros. Tambien cuenta como las vidas se van descolgando y viajan sobre nosotros como una suerte de polizones de los que no podemos desprendernos.
Nothing Personal son dos rostros, dos caras desencajadas, dos intentos de suspensión. De Holanda a Irlanda y de ahí a España... es la Odisea y la Iliada a un tiempo, marcha y retorno.