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El árbol de la vida.

El árbol de la vida de Terrence Malick no es una película, es algo tan vivo que salta de la pantalla para cogerte el pecho y no soltarte, incluso semanas despúes de haberla visto. Me doy cuenta de que no puedo hablar de esta película ya que en realidad lo que me gustaría es filmarla de nuevo, casi igual que cuando la vi.
Para alguien que quiere dirigir películas y que se enfrenta al costoso proceso de hacerlas, resulta un placer infinito que una de esas obras te haga olvidar por completo el trabajo que cuesta realizarlas, en virtud de su riqueza, de su generosidad, de su grandiosidad, de su sencillez, de su belleza en definitiva. En ella resuena la vida entera y sus planos han sido vividos por todos nosotros. Por eso no es una película. Muy pocas logran olvidar su condición para lograr esa autonomía.

EL "ENCUENTRO" DEL AMOR (a propósito de Habitación en Roma)

Dos personas que no se conocían se encuentran y sienten atracción la una por la otra de modo que pasan la noche juntas. ¿Es posible que esto ocurra sin que haya "amor" de por medio?... Sin duda y quizá sea lo más frecuente. Pero si no hay amor parece que no hay "historia" o "guión". ¿En qué se parece la vida de una persona a un guión de cine?... depende de la vida y del guión, pero sin duda ambos tendrán una cierta unidad. La unidad del guión es una convención, una regla... la unidad de la vida humana es una condición biológica. Pero bueno, tenemos un comienzo y ese comienzo naturalmente puede desarrollarse. ¿Cuantas vidas tenemos cada uno de nosotros? En la película de Medem saltamos por los espacios posándonos en las vidas de los personajes. La misma película es un rebote sobre otras películas. La habitación en Roma es un pequeño punto donde se dió no ya un encuentro, sino el desarrollo ideado de ese encuentro primero, elidido en la narración, es decir, un desencuentro donde saltamos todos para "soñar" otra vez con ese "encuentro" del "amor" ¿Y qué dejan de encontrar los personajes? La posibilidad de una cierta transformación. Para que el arco se tense se necesita una diana, o dicho de otro modo, el artista ha de saber qué es lo que quiere representar ¿Y qué representa Medem?... El desencuentro de dos mujeres con la pasión, con la Roma capicua, como todo el cine de Medem, con su musicalidad u orquestación de múltiple eco. Ambas siguien el guión cuando se "inventan" sus vidas con otras vidas cercanas, ecos de nuevo. Medem "encuentra" ecos que va buscando en lugar de tener encuentros. Los encuentros no dibujan ondas delante de ellos, los sonidos son distintos y se mezclan... un eco no es un encuentro. El arco se tensa. La cultura clásica se clava literalmente en el corazón y la sangre ibérica tiñe el mediterrano donde el desencuentro eslavo se produce. Cupido siempre atento a la aventura del inicio de todas las vidas posibles, a ese caos del amor que puja desde nuestras naturaleza.

DANZA RENACENTISTA

Creación contemporanea que evoca las danzas renacentistas. Instrumentación: dos violas, dos flautas traveseras, bombo, pandereta y oboe.

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Autor: Toni Arnedo

EURÍTMIA

Si el cine es el arte del movimiento la eurítmia le es algo consustancial. Hace tiempo que siento que en la pantalla todo movimiento, por leve que sea ha de tener su sentido, un sentido que parte del ser que lo realiza y de su entorno. Si la máxima aspiración humana es la belleza, todo absolutamente todo habría de tender a ella y en este sentido, cada instante de nuestra vida podría desarrollarse hacia y en la belleza. El movimiento de nuestro cuerpo es el movimiento de nuestro espíritu, de nuestro sentir interno, nuestra forma de ser espacio y tiempo, movimiento, nuestra forma de decirnos parte de ese espacio y de ese tiempo. Tambien nosotros lo somos. Tarkowsky, Dreyer, Buñuel, Erice, Cavalier... son autores a quienes podemos reconocer tambien por el movimiento de los cuerpos en la pantalla, incluso por le movimiento de las hojas en los árboles y de los objetos.

CÓMIC

REALIDADES

No existe una única Realidad para todos por igual, sin embargo el concepto de realidad sí lo es. En la práctica cada ser elabora su propia realidad, pero todas las realidades responen a una relación entre nuestro ser y el entorno en donde se ubica. En la medida en que existen semejanzas entre nuestro entorno y nuestro propio ser (que a su vez se puede ver tambien como un entorno orgánico) las relaciones entre los seres se tornan más fluidas. En muchas ocasiones, las semejanzas del entorno orgánico serán más decisivas que las del entorno geográfico. Ahora bien, cabe tambien la posibilidad de ir alterando y por así decir, ensanchando nuestra Realidad, bien cambiando nuestro organismo manteníéndonos en el mismo entorno o yéndonos a otros entornos. Nuestra realidad se va configurando pues de realidades. ¿Qué es la realidad entonces? La podríamos definir como el estado de relaciones entre el ser y el entorno que propicia la continuidad de ambos en un tiempo indeterminado. Cuando algo no es real se habla de la no existencia de ese algo... ¿y qué relación se puede tener con algo que no existe? Ahora bien... ¿puede cualquier cosa pasar de ser real a no serlo? Por supuesto, y esto suele ocurrir cuando nuestras realidades cambian. Se podría pensar que las realidades son acumulativas y que la negación de una realidad en favor de otra hace pensar que alguna de las dos no fue nunca verdaderamente real ¿Existe pues una continuidad inmutable de lo real? ¿una constancia perenne de lo real? El tiempo y el espacio son los contenedores de la realidad, ellos son quizá lo único que permanece, y puede que no para siempre.

¿Se contradicen las diversas realidades? En algún grado sí, pero deberían aspirar a armonizarse, a integrarse, ya que si son verdaderamente reales, todas esas reaildades forman parte de la realidad que hemos definido. ¿Significa eso que lo que es realmente bueno para alguien lo es para todo el mundo? Sí, así es.

LA IMAGINACIÓN

¿Cúando y cómo aprendí la palabra árbol? Ni siquiera recuerdo cuando aprendí a escribirla. Si al menos tuviera el recuerdo de mis manos apretando el cuaderno de caligrafía, imitando el ejemplo que tuviera al lado. Pero... ¿qué importancia tiene el que pudiera recordar eso?

Los recuerdos son ya parte del lenguaje, parte de eso a lo que me quiero referir, a la imaginación.

Algo un tanto distinto a los recuerdos son las huellas en nuestra memoria, o mejor, simplemente las huellas que nuestras percepciones dejan en algún lugar de nuestro ser, de una manera muy particular.

Esas hulleas y la manera particular de fijarse son la base de la imaginación.

Con la imaginación se contruyen recuerdos, crónicas, relatos... se enuncian pensamientos... la imaginación es como el universo interior, que al igual que el exterior se expande. Quien sabe si quizá no sea el mismo universo.

El agua estaba límpia y cristalina y través de ella se podía ver el fondo del rio. El sol era intenso y las chicharras parecían el sonido de la ebullición de todo el universo. La superficie era como una piel llena de promesas de placer, como una puerta a otra dimensión más plástica y sensual. Sofía se lanzó al agua y él lo hizo enseguida. La superfice se cortó y los tragó a los dos así como unos lábios sorben una guinda. Salieron como corchos y él se puso a perseguirla. Ella reía y su risa parecía gotas salpicando su rostro. Salpicaban juntos y el sol les hacía cosquillas a ambos. Nadaron de acá para allá y finalmente quedaron abrazados con sus pies tocando las suaves piedras del fondo. Se besaron y ambos creyeron convertirse en agua, más aún de la que ya eran. Y si en el agua de sus cuerpos bibraba un algo indefinible y excitante, algo así como la llave maestra de la vida, ¿acaso esa bibración no podría extenderse al agua que se contenía más allá del recipiente que eran sus cuerpos y su piel?