Imagogima

Un lugar donde posar tus ojos y tus dedos, dejando lo que traigan consigo, y llevándose el resto.

19 julio 2006

Reinvetar.

Todo aquello que no necesita de la vida humana presente para manifestarse, en cierto modo, y aunque sea una huella de aquella, está muerto. El teatro no morirá nunca ya que sus personajes están realmente vivos en escena, son presencias vivas, latentes, reencarnación de lo no muerto, ya que fue concebido precisamente para ella. La música siempre tendrá algo del teatro también, aunque existe la música muerta, presente, pasada y futura. El cine por defínición es un arte de lo muerto, como la escultura y la pintura, ¡vive en lo muerto! ¡vive de la ausencia viva de su modelo o de su referente! Es una arte de la resucitación fantasmal ¡no de la reeencarnación! Esto le quita sensualidad a su arte y le añade fantasía, sueño e imaginación.
Nosotros estamos aquí para inventar el arte de lo efímero, de lo que muere en cada ya, de aquello que sólo "vive" una vez muerto, como eterna repetición. El mundo que nos rodea, cada vez más se nutre del arte de lo muerto, de lo no presente, perdiendo sensualidad, pero en lugar de intensificar en detrimento de la sensualidad la imaginación y el sueño, en lugar de eso los aniquila, precisamente tratando de sustituir lo insustituible, la real sensualidad por la sensualidad sublimada de la no presencia viva. ¡Quieren que abracemos espectros, que besemos fantasmas, que amemos presencias etéreas y luminiscentes! ¡Quieren que nos quedemos encerrados en "nuestra" su imaginación y que no salgamos de ahí, que no tratemos de salir en busca de la real sensualidad, en busca de la erosión y la fricción originaria. Hemos pues de reinventar el arte de lo muerto ¡para que aliente la presencia viva!