Imagogima

Un lugar donde posar tus ojos y tus dedos, dejando lo que traigan consigo, y llevándose el resto.

18 julio 2006

Inventar

Somos los monos inventores del paraiso-infierno. Yo he venido a inventar el desinvento, he venido a hacer nacer otra vez, eternamente, la voz del inventar mismo, sin invento, voz que dejan un poco huérfana los diás nuestros. En un tiempo de exceso hay que inventar lo frugal, ¡exceso de inventos que no de desinventos! Todo es inventar, esta claro, incluso lo mio. En realidad nuestro tiempo no inventa casi nada, vive de perfeccionar lo que ya está inventado ¡y he aquí que inventar es algo vital! Si nos dejan sin inventar ¡nos matan! ¿Qué vamos a inventar? Vamos a inventar la imperfección, el descontrol, volveremos a ver nacer la anarquía, veremos proliferar los accidentes y como los luditas iremos a la destrucción de las máquinas de perfección. ¡Necesitamos un mundo menos perfecto y más inventivo! ¡Dejemos ya de perfeccionar! ¡Déjennos inventar o mataremos su perfección! La perfección de nuestro tiempo está completamente pervertida. No es perfección de luz y alegría, eclosión cósmica ideal e inexplicable ¡la única perfección verdadera! es la perfección de la muerte, de la nada, del vacio de sí mismo. Es la perfección por la perfección. Lo perfecto está muerto porque está acabado porque lo que está acabado ya no vive. En lugar de lo pefecto esperar que ocurra el magnífico interruptor de la alegría ¡perfecta también en sí misma! pero que hace nacer todo de ella porque no se sabe perfecta ni acabada ya que no se da en el tiempo. En cualquier caso ¡inventar! ¡inventar de nuevo la pefección, inventar otra vez la incomodidad para encontrar el hueco del placer, la inquietud constante. ¡INVENTAR... INVENTAR... INVENTAR... ENCONTRAR EL VIENTO!