Imagogima

Un lugar donde posar tus ojos y tus dedos, dejando lo que traigan consigo, y llevándose el resto.

31 agosto 2006

Crítica. El manuscrito encontrado en Zaragoza. Wojciech. J. Has.


Pretender saber el suelo que pisamos puede hacer que no queramos pasar por él. La vida bien puede ser un juego de espejos. La realidad bien puede ser lo que nosotros mismos vemos en ella y nosotros, en nuestro interior, no ser otra cosa que la realidad misma.
Si me siento a pensar sobre ese espejo, a mirarme en él sin tratar de entender, es decir, sin tratar de establecer un modo de ser para él, sin pretender descubrir cual es el suelo que piso, me encontraré quizá escribiendo sobre el infinito.

"Una historia surge de otra historia"... que a su vez genera otra... y así tantas historias como vidas y sujetos... como un infinito juego de espejos. ¿Dónde empezó la primera? ¿cuándo? En el momento alguien se vió en un espejo, en una conciencia incapaz de mirarse de forma cerrada y completa, en una conciencia siempre móvil, capaz de mirarse y reconocerse y a la vez saberse diferente y cambiante a cada vez.

"La constacia es una virtud... pero también lo es la inconstancia"... dice alguien en otra película. ¿Acaso se seremos constantemente inconstantes?