Imagogima

Un lugar donde posar tus ojos y tus dedos, dejando lo que traigan consigo, y llevándose el resto.

12 agosto 2006

De qué hacer en la vida

Cuando era pequeño decía que quería ser ingeniero, primero aeronaútico y luego de coches. Diré que mi padre es mecánico, por si sirve de algo. Sin embargo me olividaba con pasmosa rapidez de esa apiración mia, y se convertía en eso mismo, una simple aspiración seguida de otra inspiración... y así sucesivamente.

Yo vivía y en realidad no quería ser nada, ya lo estaba siendo todo. Diré que en mi infancia he llorado y sufrido como cualquier niño (cualquier niño a quien le hayan dejado ser niño) y también reido y jugado, como cualquier niño. Mi visión de la infancia no es idealizadora, creo yo. Yo sencillamente recuerdo, lo bueno y lo malo y veo esas sensaciones.

Pues bien, yo vivía... ¡ya... en ese momento! ¡en cada acto! ¡a cada vez! sin darme cuenta, en una cierta inconsciencia que no es la inconsciencia de no darte cuenta de que estas y eres, de que sufres, piensas, tienes remordimientos, miedo, vergüenza, risa... no... no en esa inconscencia en la que eres consciente de todo ello.

¿De qué era yo insconciente entonces que ahora me parece no serlo?

Yo no era nada... es decir... era lo que era... no tenía que hacerme nada... esa era mi felicidad... mi inconsciencia... mi verdad... mi vida... todo se daba... todo lo que me hacia, se hacía sin más, sin un querer hacerse, sin la voluntad individual de hacerse.

En fin. Cuando me llegó (y en que forma más cruel y extraña) la voluntad, la conciencia o la nada... o que se yo como llamar a aquello que estaba destinado a llegarme, entonces empezó ahora... y desde entonces es ahora (con momentos de nunca y de siempre, claro) Desde entonces me voy buscando y me voy haciendo ¡que horror! ¿se imagino uno modelándose así mismo en arcilla no siendo nada más que lo que va surgiendo de una duda atroz e imposible que no le deja ir a los dedos en su felicidad voluptuosa? ¿se imagina? horrible... No no es horrible.... no sé como es.

El caso es que no sé cuando empezó esto, es decir, me acuerdo del "despertar" al que antes he hecho mención... pero... ¿por qué se dió? ¿cómo? ¿qué sentido tiene? ¿cómo se forjó? ¿cómo creció en mi y cómo me ha modelado hasta ahora?

Aspiro (una nueva aspiración) a volver a antes de ahora... y espero la inspiración... donde descanso y vuelvo a ser niño. De verdad, sin melancolía ni idealizaciones... yo viví hasta que tenía 8 o 9 años, desde entonces que muero... con algunos días de vida... ¡pero aspiro...aspiro! ¡de verdad también que aspiro!

Tal vez fueran los examenes, los estudios, los compañeros, tal vez era ya yo. Antes de ahora yo era un bala que atendía más a correr y subirme a los árboles que estudiar y tal y tal... Desde ahora que los árboles son mis amados y me subo a ellos... pero el niño está abajo... y yo arriba... estudiando y aplicándome.

¿Qué me ha pedido esta sociedad? ¿qué me exije este mundo? ¿qué tengo que hacer para ser uno más, para insertarme, para ser aceptado, admitido? Preguntas del ahora... de mí y de todos. Preguntas que manifiestan el querer ser algo, el querer hacer algo, la voluntad, la decisión... pero... ¿cómo se puede saber lo que se quiere... lo que se es...? Para mí es imposible. Yo no lo sé... a lo sumo lo siento... a lo sumo nace o brota de mí espontáneamente... me sorprende... pero no lo sé... no puedo dar un paso con mi voluntad hacia mi mismo... porque no existe ese "mi mismo" No puedo ir a buscar sin poder ser buscado... no soy nada que se busque. Si tal hiciera tendría una etiqueta de mí, un dibujo, una impostura.

Bien, lo asumo, somos impostura... nuestro camino nos ha encontrado en la historia de los accidentes vividos. Nos toca vivir juegos y teatros, roles y papeles... nos toca creer todo eso... hasta engañarnos y tomarlo como algo más que un juego, que una trampa, que un disfraz.

De niño era sin nada de todo eso... vivía en el disfraz mismo sin plantearmelo... era... creía... ¡qué más me daba a mi todo esto!

Alguien puede pensar que no quiero ser nada, que no soy nada por eso mismo. No lo sé, me es igual en cierto modo. Sé que soy algo pero no puedo mentir ni engañarme todo el tiempo sin ser consciente del juego. ¿Realidad o ficción? ¿Juego o verdad? ¿consciente o inconsciente? ¿lúcido a alienado? No sé... la cosa brota, mana, surge, prorrumpe, irrumpe...

Ahora quiero ser cineasta (querer ser, querer hacer) nada más necio. Lo seré sin querer serlo si toca. Lo elegí (voluntad) para no tener que ser nada, para poder serlo todo, para no engañarme y seguir jugando siempre. Igual ya ni sé distinguir realidad de ficción, juego de verdad, consciencia de inconsciencia, lucidez de alienación.

Sin duda algo o alguien sabrá.