Imagogima

Un lugar donde posar tus ojos y tus dedos, dejando lo que traigan consigo, y llevándose el resto.

12 agosto 2006

Reflejos, invitaciones y caminos en el S.XXI

Voy a caminar durante un rato en una cierta oscuridad, descubriendo mi paso, haciendo el aire conforme camino, inventando, invitándome a mi mismo a entrar en otros pensamientos que quieran pensarme, que estén ya haciéndolo aún sin saberlo.

Sólo me mueve el caminar... y en todo me sujeto... pero sin quedarme.


Con la invención de la imprenta el valor del soporte donde se imprimían todo tipo de cosas dejó de existir como hasta entonces y apareció en su lugar otro valor para evitar la pérdida de aquel. Aparecieron los derechos de autor. Tales derechos consisten en un valor intangible añadido a la copia material dado el bajo coste de reproducción de ésta y que se supone trata de mantener el anterior sistema de producción previo a la imprenta. Tenemos pues dos valores para un sólo bien material, uno es el del soporte y la reproducción, que es muy bajo, y el otro, el compensatorio de éste que se le llama derechos de autor. El problema está en que fácticamente es muy fácil hacer reproducciones ya que la nueva tecnología lo permite y esto hace que se puedan realizar copias al márgen de quienes tienen interés en cobrar el añadido intangible de los derechos de autor. Esto, naturalmente parece que afectara al sistema de producción de los textos, en efecto, y lo hace en varios sentidos.

Se abarata el coste del consumible material pero al mismo tiempo se consigue una mayor difusión de éste dado la facilidad de la copia. En consecuencia se puede vender a muchísima más gente y por lo tanto el menaje se extiende más, tanto por la cantidad como por el precio.

Hoy en día, se puede equiparar, en cuanto a los cambios que supone, la tecnología digital a la imprenta de Gutenberg, de hecho los cambios son quizá más radicales todavía en el presente.

La tecnología digital, con la informática como punto de encuentro de toda esa tecnología, ha transformado toda la información (nos referiremos siempre a información en un sentido material, previo a ser consumida por las personas) en una misma cosa muy fácilmente manipulable en todos los sentidos, para su reproducción, copia, alteración, añadido...etc etc. Todo... todo... todo son ceros y unos... nada más. Para un ordenador todo es lo mismo, sea una imagen, sea sonido, sea video, sea texto, sea una mezcla de todo, sea dibujo... todo es ceros y unos. Y esos ceros y unos, gracias a la tecnología se pueden manipular como hemos dicho casi por cualquier persona de forma muy rápida y sencilla.

Es una paradoja de nuestro momento histórico. La tecnología finalmente ha hecho fácilmente accesible la información a todos los seres humanos del planeta. Esto es una posibilidad que es un hecho, otras cosa es que realmente todo el mudo pueda acceder o le sea neceario.

En los tiempos de la imprenta, la cultura, los libros y el conocimiento (las ventanas, como yo les llamo) era algo muy vedado y cerrado a la suerte de unos pocos. Pero entrar en todo eso supone un repaso histórico descomunal que no podría hacer ahora.

Nos damos cuenta de que la situación presente en los países capitalistas es muy distinta a la situación que se vivía en los tiempos de la imprenta. Hoy en día hay educación pública obligatoria, hay becas, hay bibliotecas públicas... la cultura no está tan vedada como antes. La sociedad ha cambiado muchísimo evidentemente y parece que con miras al bien común y mayoritario de la gente.

Ahora bien, junto a todas esas posibilidades de acceso a las ventanas de la cultura tan facilitadas por la tecnología existen también formas arcaicas de industria y producción que representan sistemas de producción y distribución que no son de tan fácil acceso. Estos sistemas, amenazados por las nuevas formas de comunicar información tratan de legitimar su poder y su valía (que pertenecen al pasado) argumentando que sin ellos no habría nada de nada, que si todo se convierte en un magma de ceros y unos fácilmente accesible entonces desaparece el autor, desaparece la obra y desaparece la comunicación. Todo viene a decir que ellos son necesarios para que todo eso subsista.

Bien, detrás de todas estas consideraciones hay muchos matices que señalar. Aquí nada es blanco ni negro. La era digital no es la panacea maravillosa de una democracia por fin real y realizable que hace a todos los individuos libres. Como siempre, para mí, la libertad es un acto personal, no te la da un sistema, aunque pueda ayudarte en ello, claro. La cultura es fundamental, como la educación, el mostrar las ventanas del mundo. La era digital trae consigo muchísimos cambios. Estamos inmersos en ella en mitad de una proliferación de bienes de consumo inimaginable. Se nos exhorta a que necesitemos de todo ello, a que consumanos... apenas se nos educa para ello, para tener criterio, para saber valorar realmente... Yo no quiero dictar lo que es bueno y lo que no lo es, como tampoco quiero decir como sería una sociedad ideal, perfecta... porque no creo que exista eso. Ahora bien, si creo en ciertas cosas, si tengo unos valores y aunque mi ignorancia es mucha llega un momento en que siento que no todo vale por igual (y yo amo la sensación de que cada cosa, todo, vale tanto como todo) Pero no puedo escapar a la sociedad y a la historia.

La producción y la industria está cambiando y va a cambiar mucho más. También la tecnología permite y facilita el acceso a los medios de producción (y como con todo eso puede ser positivo o no) El valor de las ideas y de la creación sigue siendo el mismo de siempre desde que el hombre es hombre. Ventanas que te abren mundos, ventanas abiertas a otros mundos, a otras formas de ver... eso que alimenta aquello que no sabemos explicar pero que es tan fundamental... la libertad de hacer lo que nos venga en gana.

¿Hay que vedar la cultura? ¿hay que enseñar a tener criterio a la hora de elegir aquello que consumimos? ¿hay que poder tener acceso a todo, todo?

¿Qué hace la industria? ¿Permite la industria el acceso de todos a todo? ¿cuáles son sus fines? ¿Qué tipo de sociedad queremos hacer? ¿tenemos una idea en mente?

¿Qué nos ofrece la televisión? ¿qué tipo de cultura difunde? ¿pretende hacernos más libres, más creativos? ¿Es necesaria la industria de la cultura para que el acceso a la cultura sea posible a todos?

Hoy en día, medios e ideas en muchos casos tienen valores contrapuestos, no se encuentran. Una sociedad sana siempre permitirá que sus creadores desarrollen su labor y eso incluye por supuesto que el público tenga acceso a sus obras de la forma mejor posible.

Lo demás es la industria del ocio, que para mí, no es cultura porque no ayuda a tu libertad ni a tu creatividad, todo lo contrario.

Todo está relacionado con todo y todo se me acaba escapando. Caminar en la oscuridad me es necesario, guiado por el instinto o una emoción, la razón o la lógica (que no dejan de estar presentes de alguna manera) me acaban perdiendo. Juego demasiado... quizá. La intuición siempre me lleva más lejos que la razón (y además la lleva consigo más allá)

Tengo la sensación de haberme dejado mil cosas en el tintero... aunque sólo busco seguir caminando, seguir pensando, seguir intuyendo en compañía de otras ventanas. Hago un acto de tocar... y claro... soy tocado.




Un gesto basta para provocar el mundo entero y todo lo que hay en él.