Imagogima

Un lugar donde posar tus ojos y tus dedos, dejando lo que traigan consigo, y llevándose el resto.

03 agosto 2006

Crítica. Un Condenado a Muerte se ha Escapado. Robert Bresson.

Cine físico y espiritual a un tiempo. Cine de los sonidos y de las imágenes, no de las convenciones narrativas, y aún siendo así perfectamente narrado. Cine de la precisión, la concisión y el respeto. En cada plano, en cada elección de la realización una lección maestra de cómo y qué poner delante de la cámara. Cine que invita a trascender a través de lo material, subjetivo, dentro del cuerpo reflectario del actor, cine del tiempo de una imagen, del valor de un rostro, de una mirada, de un silencio. Cine de la voz interior, que no subraya sino que nos hace vivir el latido más cercano de esa fisicidad del cuerpo, el rostro y la mirada. Cine de los objetos, de lasd cosas, cine de la materia y de la luz. Cine de la concentración, nunca mejor dicho en este caso, de la espera, cine de saber los límites y explotarlos hasta lo ilimitado de ellos, ¡hasta la tensión y la emoción hacia dentro! Cine de los silencios, quebrados y mantenidos, donde los sonidos viven más que la imágen muchas veces. Cine de un solo tema musical, otra vez concentrado, otra vez sacado su jugo al máximo, donde la música hace y deja sentirse, donde expresa una emoción propia, sin una intensidad buscada, la intensidad de sí misma con las imágenes de la espera. Cine de la conciencia y de la intuición a un tiempo, es decir, cine de fe, fe en rígida forma que imponen los encuentros.