Imagogima

Un lugar donde posar tus ojos y tus dedos, dejando lo que traigan consigo, y llevándose el resto.

24 agosto 2007

Un mundo, dos mundos, tres mundos...

Me quedaría mudo, ciego y tonto... ¿de insatisfacción?... ¿de idealismo?... ¿de tanto soñar?

¿Qué se puede hacer ahora en este mundo?

Un mundo, dos mundos, tres mundos...

¿Quienes son los que "hacen" el mundo?

Un mundo, dos mundos, tres mundos...

De pequeños todo está hecho y no hay nada que hacer, por eso jugamos, por eso aprendemos.
Se juega por el goce de jugar, por la viva imaginación que vive sus propias invenciones al tiempo que las crea, mientras la crea, creándolas, creyéndoselas. Y se aprende para jugar a juegos nuevos, para nada más.

De adultos se acaba el juego cuando se acaba el goce. El adulto no sabe jugar, el adulto no sabe gozar. El adulto deja pasar el tiempo asumiendo que se ha acabado el juego.

El adulto no sabe jugar porque cree que jugar es un juego... que un juego no es más que un juego... que hay algo más.

Y yo digo... la ilusión... los sueños... las metas... las esperanzas... los deseos... ¿acaso no forman parte de nuestra imaginación, acaso no son juegos que nos creemos?

Queremos jugar... pero casi nada nos deja.

Para jugar uno ha de olvidarse de la realidad, es decir, de toda duda que le impida vivir su imaginación, crear un sentimiento vivo con ella, un movimiento.

Algo impuesto en contra de la fantasía nos impide volar con nuestra imaginación.

Sólo es real lo que imaginamos... ¿acaso no se sabe esto?

¿No podemos imaginar un mundo mejor?... entonces el mundo no es real.

Un mundo, dos mundos, tres undos...